En Fundación ama+ definimos el ASE como un proceso continuo de interacciones positivas, que permite a los niños, niñas, jóvenes y adultos, adquirir, aplicar e integrar de manera permanente competencias para conectarse consigo mismo, con los otros y con el mundo, para encaminarse hacia su óptimo desarrollo.

 

Para comprender mejor esta definición, vamos por parte.

 

                                         

                                                      En primer lugar hay que recalcar que el ASE es un proceso que ocurre en las

                                                      interacciones positivas. Es decir, las competencias socioemocionales se

                                                      adquieren principalmente a través de las relaciones con otros.

 

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Esto tiene 3 implicancias:

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1. En toda interacción con los niños, niñas y adolescentes, los adultos modelamos formas concretas de relacionarnos. En esas interacciones los estudiantes van aprendiendo cómo se construyen las relaciones, ya sea positiva o negativamente. Por eso los adultos que quieren educar en competencias socioemocionales deben ser muy conscientes de que ellos enseñan en todo momento y ante todo, a través del modelaje.

 

2. La familia, donde ocurren interacciones fundamentales para las personas, es un lugar preciado para el ASE, sin embargo, junto con la familia, la escuela o las comunidades educativas ofrecen instancias de interacciones diferentes y complementarias a las de las familias. Sólo en la escuela los estudiantes se conectan más frecuentemente con pares, son exigidos por adultos distintos  a los cuidadores primarios, se conectan con el mundo más allá del hogar. Por eso las comunidades escolares también deben hacerse cargo del ASE. Por otro lado, muchos niños, niñas y adolescentes, muchas veces no cuentan con relaciones positivas en sus hogares, y la escuela puede trasformarse en el espacio de encuentro con adultos significativos que les brinden el afecto y la seguridad que necesitan. Por eso el ASE ha demostrado tener una gran incidencia en la disminución de brechas en educación.

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3. Al ser un proceso que ocurre en las interacciones, queremos decir que ocurre en todas las relaciones que surgen en las comunidades. Esto implica que el ASE no es una disciplina que pueda enseñarse en un ramo o en la hora de orientación, de manera desconectada de las otras asignaturas. El ASE debe estar integrado a la cultura escolar, en el curriculum, en los reglamento, en las prácticas, los rituales, las celebraciones, y todo lo que entendemos constituye la cultura escolar. De lo contrario no será efectivo.

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En segundo lugar, el ASE lleva a la adquisición de competencias. Las competencias contienen conocimientos, habilidades y actitudes. Estas competencias deben adquirirse, aplicarse e integrase a la propia vida, por eso se enseñan de manera explícita y se ofrecen instancias para poder practicarlas frecuentemente. Aquí es importante señalar que hay que considerar las diferentes etapas del desarrollo para enseñar estas competencias. El cerebro es un órgano que se desarrolla en el tiempo, por eso hay competencias que se adquieren temprano y otras que podrán adquirirse más tarde.

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Por último, el ASE tiene un objetivo, este proceso conduce a las personas hacia su óptimo desarrollo. Existe numerosa evidencia sobre el impacto del ASE en el desempeño académico, en un buen clima escolar, en la prevención de conductas de riesgo en el corto plazo y en varios indicadores de largo plazo, tales como mejores empleos, menor criminalidad, mayor salud mental y bienestar en general. Entonces es de máxima importancia asegurarnos de que el ASE se instale de manera efectiva en las escuelas.

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AMBIENTE PARA EL ASE Y EL ÓPTIMO DESARROLLO

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En ama+ consideramos el óptimo desarrollo de las personas desde el

enfoque de la Teoría de la Autodeterminación

(Deci y Ryan).

 

Para alcanzar el óptimo desarrollo las personas necesitan satisfacer 3 necesidades

psicológicas básicas: autonomía, sentido de competencia y vínculos positivos.

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Al satisfacerse estas tres necesidades las personas pueden experimentar

dos procesos que llevan a un mayor bienestar, a un óptimo desarrollo:

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• el aumento de motivación intrínseca, es decir la satisfacción inherente que se encuentra en el aprendizaje,

la exploración, la creación, el juego. 

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• una adecuada internalización, o socialización, que permite incorporar de manera progresiva y consciente las normas, regulaciones y valores sociales, lo que permite funcionar de manera positiva con los grupos sociales a los cuales se pertenece. 

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En resumen, para ayudar a nuestros estudiantes a alcanzar su óptimo desarrollo, hay que proveerles de ambientes que consideren sus necesidades básicas, para que con la motivación intrínseca desarrollen sus talentos y logren alcanzar sus objetivos de vida, y a través de la internalización puedan transformarse en ciudadanos responsables y comprometidos con las necesidades del mundo que les rodea. 

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Para conocer cómo está el ambiente en la comunidad escolar tenemos nuestra medición socioemocional.

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